Los ejercicios hipopresivos 

Los ejercicios hipopresivos son una técnica de entrenamiento relativamente nueva que se ha popularizado en los últimos años debido a sus numerosos beneficios para la salud. Estos ejercicios se centran en la activación de los músculos del suelo pélvico y los abdominales profundos, y se realizan con la ayuda de la respiración. En esta entrada de blog, te explicaremos en qué consisten, sus beneficios y mucho más.

Estos ejercicios se basan en una técnica respiratoria que implica una respiración profunda seguida de una exhalación completa y una retención del aire en los pulmones. Además, se combina con una serie de posturas y contracciones musculares específicas que activan los músculos del suelo pélvico y los abdominales profundos.

A diferencia de otros ejercicios abdominales tradicionales, los ejercicios hipopresivos se centran en reducir la presión intra abdominal, en lugar de aumentarla. Esto significa que los músculos abdominales se contraen hacia dentro en lugar de hacia afuera, lo que puede tener beneficios significativos para la salud.

¿Cuáles son sus beneficios?

Los ejercicios hipopresivos ofrecen una serie de beneficios para la salud. A continuación, explicamos algunos de los más comunes.

En primer lugar, realizar estos ejercicios puede ayudar a corregir la postura y mejorar la alineación corporal. Esto se debe a que estos fortalecen los músculos del suelo pélvico y los abdominales profundos, lo que a su vez puede ayudar a reducir el dolor lumbar. También pueden ayudar a mejorar la flexibilidad y el rango de movimiento de las articulaciones.

Además, son muy efectivos para fortalecer los músculos del suelo pélvico, lo que puede ayudar a prevenir y tratar la incontinencia urinaria y otros problemas relacionados. Al fortalecer los músculos del suelo pélvico, también puede mejorar la función sexual y la sensibilidad durante las relaciones sexuales.

Por último, la técnica respiratoria utilizada puede mejorar la capacidad pulmonar y la eficiencia de la respiración.

¿Cómo puedes incorporarlos en la rutina de tu paciente?

En este apartado te presentamos algunas pautas para realizar ejercicios hipopresivos con tus pacientes:

Antes de comenzar cualquier programa de ejercicios, es importante que evalúes a tu paciente para asegurarte de que no hay ningún problema de salud que pueda contraindicar su práctica. Sobre todo es importante verificar la salud del suelo pélvico, la columna vertebral, la respiración, la presión arterial y cualquier otro aspecto que pueda afectar su seguridad.

Después de evaluarlo deberás enseñarle la técnica de respiración ya que esta técnica es la base de estos ejercicios. Por lo tanto, es importante que enseñes a tu paciente cómo realizar la respiración correcta, es importante asegurarse de que el paciente entienda completamente cómo realizar la respiración antes de comenzar a ejercitarse.

Una vez el paciente ya sabe cómo respirar correctamente, tendrás que enseñarle las diferentes posturas que se utilizan, y es importante que enseñes a tu paciente cómo realizar cada una correctamente. Además, debes asegurarte de que mantenga la postura correcta durante todo el ejercicio, de que no haya tensión en el cuello o los hombros y de que el paciente comience con ejercicios más simples y luego avance a más avanzados a medida que su fuerza y técnica mejoren.

Por último, a medida que el paciente avanza es primordial evaluar su progreso y hacer ajustes cuando sea necesario. Asegúrate de que el paciente se sienta cómodo y seguro en cada etapa del proceso.

Ejercicios para trabajar con tus pacientes

A continuación, explicaremos algunos ejemplos de ejercicios que puedes incluir en el programa de entrenamiento de tus pacientes:

  • Empezaremos con la postura de la vaca. Para realizarlo, el paciente debe estar de pie con las piernas ligeramente separadas y las manos en las caderas. Luego, debe inhalar profundamente y exhalar lentamente mientras curva suavemente la columna vertebral hacia delante, como si estuviera tratando de tocar los dedos de los pies. Después, debe inhalar y volver a la posición inicial. Se recomienda repetir el ejercicio varias veces.
  • Otra postura es la del guerrero. En esta el paciente debe estar de pie con una pierna hacia adelante y la otra hacia atrás, con las manos en las caderas. Luego, debe inhalar profundamente y exhalar lentamente mientras inclina suavemente la espalda hacia adelante y gira el torso hacia la pierna hacia delante. Después, debe inhalar y volver a la posición que tenía al principio. Es recomendable repetir el proceso varias veces, para luego cambiar de pierna.
  • El siguiente ejercicio es la postura de la cobra. Para este ejercicio, el paciente debe estar acostado boca abajo con las manos debajo de los hombros y los codos pegados al cuerpo. Luego, debe inhalar profundamente y exhalar lentamente mientras levanta el torso del suelo, manteniendo las piernas y las caderas pegadas al suelo. Después, debe inhalar y volver a la posición inicial. Se aconseja que repita el ejercicio varias veces.
  • Luego tenemos la postura de la silla. En este ejercicio, el paciente debe estar de pie con las piernas juntas y las manos en las caderas. Luego, debe inhalar profundamente y exhalar lentamente mientras curva suavemente la columna vertebral hacia delante y baja el cuerpo como si estuviera sentado en una silla invisible. Después, debe inhalar y volver a la posición inicial. El paciente puede repetir el ejercicio varias veces.
  • Después, el paciente también puede realizar la postura de la tabla. Para ello el paciente debe estar boca abajo, apoyando los antebrazos y las puntas de los pies en el suelo. Los codos deben estar debajo de los hombros y el cuerpo debe estar en línea recta desde la cabeza hasta los pies. Luego deberá mantener esta posición durante varios segundos mientras se realiza una respiración diafragmática profunda.
  • La última es la postura del guerrero invertido. Esta es similar a la del guerrero ya que el paciente debe estar también de pie, con una pierna hacia adelante y la otra hacia atrás, pero en lugar de girar el torso hacia la pierna adelante, se gira hacia la pierna atrás. Se inhala profundamente y se exhala lentamente mientras se curva suavemente la columna hacia adelante y se gira el torso. Después, se inhala y se vuelve a la posición inicial. Se repite varias veces y se cambia de pierna.

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Conclusión

En conclusión, los ejercicios hipopresivos pueden ser una técnica efectiva para fortalecer los músculos del suelo pélvico y los abdominales profundos. Sin embargo, es importante que se realicen correctamente y bajo la supervisión de un fisioterapeuta capacitado para asegurar la seguridad y el éxito del paciente.

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