La lumbalgia es una de las causas más frecuentes de consulta sanitaria en todo el mundo y representa un reto tanto clínico como social. A pesar de la enorme prevalencia, los avances en investigación han cambiado la forma en que entendemos los factores mecánicos, en especial la flexión lumbar y su relación con la presión sobre los discos intervertebrales. En este artículo analizamos las evidencias más recientes y el papel que las plataformas de fisioterapia digital, como TRAK, tienen en la evaluación, seguimiento y tratamiento de este problema.
Flexión lumbar y presión discal: qué dice la ciencia
Estudios como el de Callaghan y McGill (2015) han demostrado que las distintas formas de agacharse no generan grandes diferencias en la presión sobre el disco intervertebral. Esto contradice la creencia tradicional de que solo existe una manera “correcta” de levantar objetos. En realidad, la carga repetitiva y acumulada parece ser el verdadero factor de riesgo.
La evidencia sugiere que:
- Un movimiento ocasional en flexión no es lesivo por sí mismo.
- La repetición constante de gestos en flexión con cargas elevadas puede aumentar el riesgo de lesión.
- No hay una técnica única ideal: la mejor postura depende de la persona, la tarea y la carga.
No existe una postura perfecta
Un error común es pensar que para agacharse a recoger un objeto ligero, como un bolígrafo, es necesario realizar una sentadilla perfecta. Los estudios recientes (Hartvigsen et al., 2022) muestran que la variabilidad en el movimiento no es perjudicial y que limitar la flexión lumbar puede ser contraproducente si genera miedo al movimiento (kinesiofobia).
El mensaje clave es: la seguridad en el movimiento no depende de una postura concreta, sino de la adaptación progresiva a la carga.
Factores de riesgo asociados a la lumbalgia
Más allá del componente mecánico, la lumbalgia es un problema multifactorial:
- Biológicos: degeneración discal, alteraciones musculares, sensibilidad aumentada.
- Psicológicos: miedo al movimiento, ansiedad, estrés laboral.
- Sociales: condiciones de trabajo, estilo de vida sedentario, baja adherencia al tratamiento.
El papel de la fisioterapia en la lumbalgia
El abordaje actual de la lumbalgia se centra en educación en movimiento, ejercicio terapéutico y estrategias de autogestión. La fisioterapia aporta herramientas prácticas para:
- Reducir el dolor y la rigidez mediante ejercicio progresivo.
- Reentrenar patrones de movimiento sin generar miedo.
- Mejorar la fuerza y la resistencia de la musculatura estabilizadora.
- Favorecer la reincorporación temprana a la actividad laboral y deportiva.
Fisioterapia digital: TRAK como herramienta de apoyo
Uno de los grandes retos en la lumbalgia es la adherencia a los programas de ejercicio. Aquí es donde la digitalización y herramientas como TRAK ofrecen un valor añadido:
- Biblioteca digital de ejercicios: adaptados al nivel del paciente y basados en evidencia científica.
- Corrección con inteligencia artificial: que detecta y ajusta errores de técnica.
- Seguimiento remoto: videollamadas y analítica de movimiento en tiempo real.
- Personalización: programas ajustados a cada condición, carga y progresión.
Esto permite a los profesionales ofrecer un plan de tratamiento escalable, seguro y accesible, incluso para pacientes en zonas con menor acceso a fisioterapia presencial.
Conclusión
La lumbalgia no debe entenderse únicamente como un problema mecánico del disco. La evidencia actual señala que no existe una única postura correcta, sino la necesidad de adaptar el movimiento al contexto y a la persona. El abordaje integral incluye ejercicio, educación y adherencia, donde TRAK se posiciona como un aliado estratégico para garantizar tratamientos personalizados y sostenibles en el tiempo.
Preguntas frecuentes (FAQs)
No necesariamente. La flexión lumbar ocasional no es dañina. El problema surge cuando hay cargas repetitivas y prolongadas sin recuperación adecuada.
No hay una postura universalmente correcta. La clave está en usar la técnica más eficiente para cada persona, carga y contexto.
Factores psicológicos (miedo, ansiedad), sociales (entorno laboral, sedentarismo) y biológicos (degeneración discal) contribuyen al dolor lumbar.
Sí. Plataformas como TRAK permiten diseñar programas personalizados, monitorizar la técnica y mejorar la adherencia al tratamiento.
No. Evitar la flexión lumbar puede generar miedo y limitaciones innecesarias. La clave es moverse con confianza y progresar según la carga.