Implementando la salud digital: atención sanitaria basada en valor

La aparición de herramientas como TRAK se disparó con la llegada del COVID-19 y la amenaza que supuso no solo para la salud de la población, sino para la sanidad mundial y los sistemas nacionales encargados de este derecho primario. Y no nos referimos a apps destinadas al consumidor, es decir, a los pacientes. Sino a aquellas herramientas que, al igual que la nuestra, son como mínimo un producto sanitario de clase I reconocido por la AEMPS.

Como indicó Jaime del Barrio en nuestro último TRAKEVENT la pandemia también evidenció la enorme ineficiencia de los procesos que se realizan actualmente en los sistemas sanitarios. Y esto hace necesario la búsqueda del valor del trabajo que se realiza en las instituciones sanitarias y la optimización de dichos procesos de cara a ofrecer una mejor asistencia al paciente, lo que el presidente de la ASD llamó: atención sanitaria basada en valor.

Transformación digital, informatización…son términos que giran entorno a un mismo concepto, pero que no significan lo mismo y hacen referencia a la necesidad no solo a la aplicación de la tecnología en la sanidad, sino a un cambio cultural necesario. Hacen referencia a un cambio de paradigma y a una reinvención de los procesos que actualmente se llevan a cabo en el ámbito sanitario pero sin olvidar de que nos movemos en un marco científico-clínico.

Asistencia sanitaria basada en valor

De esta forma, se entiende que todo ese potencial disruptivo en forma de herramientas digitales aplicables a la salud viene a contribuir a la generación de ese cambio en búsqueda de una mayor eficiencia, de un aumento de la calidad de los tratamientos y, sobre todo, de la búsqueda de la sostenibilidad de los sistemas.

¿Cómo? Pues a través de la inversión en soluciones novedosas, eficaces y útiles. Y solo por arrojar un poco de luz a esto último, deciros que de las 320000 aplicaciones existentes en los «marketplace» actuales el 83%, aproximadamente, son infructuosas o no cumplen con su cometido último, el bienestar del paciente. Por eso es necesaria la inversión y la creación de soluciones como la nuestra, que garanticen su utilidad.

La OMS: Estrategia mundial sobre Salud Digital 20-25

Sin intención de mencionaros de nuevo el Rehab 2030, más dirigido a la telerehabilitacion, si que nos gustaría hacer referencia a otra estrategia de la OMS en ciernes que trabaja para una correcta implantación de la digitalización en la sanidad.

El proyecto de estrategia mundial sobre salud digital ha sido elaborado en base a datos y resoluciones aprobadas por la Asamblea General de la ONU y la Asamblea Mundial de la Salud. Algunos informes a destacar, tanto mundiales  como regionales serían el informe en dos partes del Comité Técnico de la ISO sobre informática de la salud y arquitectura de la cibersalud, la undécima revisión de la Clasificación Internacional de Enfermedades (CIE-11) o la actual situación y condición de los Estados Miembros en materia de salud digital, sus medidas, estrategias, políticas e inversiones.

Ya en 2005, la Asamblea Mundial de la Salud instó a los Estados Miembros «a que se planteen la elaboración de un plan estratégico a largo plazo para concebir e implantar servicios de cibersalud […] a que desarrollen infraestructuras para aplicar a la salud las tecnologías de información y comunicación […] y promuevan el disfrute universal, equitativo y a precio asequible de los beneficios que de ahí se deriven».

Estrategia digital 20-25

La transformación digital de la atención de la salud puede ser perturbadora; sin embargo, ya hemos mencionado en otras entradas que tecnologías como el internet de las cosas, la asistencia virtual, la supervisión a distancia, la inteligencia artificial…dentro del ecosistema de salud dando lugar a una continuidad asistencial pueden mejorar los resultados sanitarios al mejorar los diagnósticos médicos, las decisiones terapéuticas basadas en datos, las terapias digitales, los ensayos clínicos, etc. Nos llevan a lo que conocemos como medicina digital.

A pesar de los considerables progresos realizados por algunos países, muchos siguen rezagados y necesitan apoyo institucional para el desarrollo y la consolidación de una estrategia para la digitalización de la sanidad mundial y para la ejecución de sus planes de acción. Pero, ¿cuáles son los países más avanzados en cuanto a digitalización?

Digitalización en la sanidad mundial: el top de la salud digital

EEUU

Estados Unidos es el líder en este sector y ha registrado un elevado crecimiento en el mercado. Siendo uno de los principales  productores de tecnología no es de extrañar que la transformación digital se haya extendido también al ámbito de la salud. Se estima que en 2024 podría movilizar casi el 40% del total mundial, unos 150.000 millones de dólares.

Algunas de las principales empresas tecnológicas de este país (y del mundo) como Apple, Amazon o IBM, han apostado por invertir en salud digital.

China

La economía China se considera la segunda más grande del mundo por detrás de la estadounidense. Es un mercado que ha crecido a un ritmo rápido en los últimos cinco años y, en 2019, alcanzó los 1.100 millones de dólares. El intenso control estatal del país, la aplicación de la digitalización y la inteligencia artificial han hecho que la economía y la sociedad de China se adapten mejor a la implantación de esta metodología.

Destaca el crecimiento de compañías como MGI e ICarbonX.

Alemania

Alemania es un líder mundial en innovación que es también uno de los principales actores en los avances de salud digital. Un ejemplo de ello es la compañía Siemens, que se ha centrado en redirigir su tecnología hacia la Inteligencia Artificial (IA). La intención de la multinacional con estos proyectos es facilitar las tareas de los médicos y expertos de diagnóstico desarrollando una cartera de más de 60 soluciones impulsadas por la IA que automatizan los trabajos hospitalarios.

¿Cuál es la situación en España?

España es uno de los países de Europa occidental con un sistema público de salud más sólido y, a pesar de los amplios desafíos todavía pendientes, también con uno de los más digitalizados.

En el ámbito público, el Sistema Nacional de Salud es un sistema de cobertura universal, pero su gestión está descentralizada en las comunidades, una circunstancia que aumenta la heterogeneidad de los diversos sistemas interiores del país. Aun así, el Índice de Economía y Sociedad Digital (Desi) de 2020, realizado por la Comisión Europea, coloca a España en el segundo lugar en la prestación de servicios públicos digitales.

 

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