Los ruidos articulares, también conocidos como chasquidos o crepitaciones, son un motivo frecuente de consulta en fisioterapia. Suelen escucharse en rodillas, hombros o articulaciones temporomandibulares (ATM). La evidencia científica disponible en bases como PubMed y SciELO confirma que estos sonidos, cuando aparecen sin dolor ni limitación funcional, generalmente son inocuos. Sin embargo, en determinados contextos pueden reflejar una patología subyacente y merecen atención especializada.
¿Qué son los ruidos articulares?
Los ruidos articulares son sonidos perceptibles al mover una articulación. Pueden presentarse como crujidos, chasquidos o sensación de “arenilla”. Se originan por diversos mecanismos fisiológicos o patológicos:
- Tribonucleación: formación y liberación de burbujas de gas en el líquido sinovial al separar rápidamente las superficies articulares.
- Crepitus: fricción de superficies irregulares, frecuente en rodillas con desgaste articular.
- Variaciones anatómicas o desplazamientos de disco articular: como ocurre en la ATM.
Crepitaciones en personas sanas
En individuos sin dolor ni limitaciones, los ruidos articulares aislados suelen ser fisiológicos. Estudios observacionales han mostrado que:
- No aumentan el riesgo de desarrollar artrosis ni patologías articulares.
- No requieren tratamiento si no se acompañan de síntomas.
- Pueden aparecer con mayor frecuencia con la edad sin implicar enfermedad.
Cuando los ruidos articulares requieren atención
En otros casos, los ruidos articulares se asocian a patologías y deben valorarse en profundidad:
- Dolor persistente: especialmente al mover la articulación.
- Limitación funcional: dificultad para realizar movimientos habituales.
- Enfermedades reumáticas: como artritis reumatoide o artrosis avanzada.
- Traumatismos recientes: latigazo cervical, esguinces o lesiones deportivas.
En estos escenarios, los ruidos articulares pueden indicar daño estructural, y el fisioterapeuta o especialista debe realizar una evaluación detallada.
Ruidos articulares y rodilla: el caso del crepitus
El crepitus en la rodilla es uno de los ejemplos más estudiados. Investigaciones recientes (PubMed 2024) concluyen que, en ausencia de dolor, el crepitus no predice deterioro ni enfermedad futura. En cambio, si se acompaña de inflamación, rigidez o pérdida de fuerza, puede relacionarse con lesiones meniscales o artrosis.
Factores que influyen en la aparición de ruidos articulares
- Edad: aumenta la prevalencia con el paso de los años.
- Actividad física: deportistas y personas físicamente activas suelen reportar más ruidos articulares, la mayoría sin relevancia clínica.
- Enfermedades previas: patologías reumáticas, metabólicas o inflamatorias favorecen la aparición de ruidos acompañados de síntomas.
¿Qué papel juega la fisioterapia digital?
La fisioterapia digital ofrece herramientas clave para manejar casos donde los ruidos articulares generan preocupación en el paciente. Con TRAK, los fisioterapeutas pueden:
- Educar al paciente sobre la naturaleza benigna de muchos ruidos articulares.
- Proporcionar programas de ejercicios personalizados para mejorar fuerza, movilidad y control motor.
- Monitorizar la evolución a distancia, registrando la aparición de dolor, inflamación o limitaciones funcionales.
- Favorecer la adherencia al tratamiento gracias a la corrección automática mediante inteligencia artificial.
Prevención y consejos prácticos
- Evitar posturas estáticas prolongadas que sobrecarguen articulaciones.
- Incorporar ejercicios de fuerza y movilidad en la rutina semanal.
- Mantener un peso saludable para reducir la presión sobre rodillas y caderas.
- Consultar a un profesional si el ruido articular aparece junto con dolor o inflamación.
Conclusión
Los ruidos articulares son un fenómeno frecuente y, en la mayoría de los casos, no representan un problema de salud. La evidencia científica es clara: sin dolor ni limitación, no requieren tratamiento. Sin embargo, cuando se acompañan de síntomas, pueden indicar una patología subyacente que sí precisa atención. La fisioterapia digital con TRAK ofrece un enfoque moderno y accesible para abordar estas situaciones, garantizando educación, prevención y tratamiento personalizado.
Preguntas frecuentes sobre ruidos articulares
No. La mayoría de los crujidos articulares son fisiológicos y no se relacionan con patología si no hay dolor ni limitaciones.
No necesariamente. El crepitus de rodilla es común durante el ejercicio y, si no hay molestias, no requiere tratamiento.
En personas sanas, no suelen empeorar ni predisponer a problemas futuros. Sin embargo, si se acompañan de dolor, deben evaluarse.
TRAK permite diseñar programas de ejercicio terapéutico online, monitorizar síntomas y educar al paciente de forma accesible y segura.