¿Qué es la Artrosis?

La artrosis es una enfermedad (de las más comunes) en la que se alteran los mecanismos reparadores del cartílago que recubre los huesos de las articulaciones, lo que hace que se vaya deteriorando.

 

Puede afectar a la movilidad y la calidad de vida de quienes lo padecen y aunque en la mayor parte de los casos aparece asociada al envejecimiento, puede iniciarse también en edades más tempranas (alrededor de los 30 años). La artrosis es un proceso inevitable con el paso de los años, aunque puede estar presente en mayor o menor grado y un mayor grado de artrosis no tiene porque ir acompañado de mayor dolor u otros síntomas.

 

Ese deterioro del cartílago, puede acompañarse de la aparición de hueso nuevo en los huesos que forman la articulación.

 

En estados avanzados, se puede producir una inflamación de la articulación, pero a diferencia de la artritis reumatoide, este proceso es poco común. En la mayoría de las personas no se puede establecer una causa de la enfermedad y es más frecuente en personas mayores, en mujeres y en caso de traumatismo articular previo.

 

La rodilla es la articulación más afectada seguida de manos y caderas. A día de hoy no existe cura aparte de la intervención quirúrgica (prótesis en su mayoría) pero sí se pueden mejorar los síntomas con ejercicio y medicación. La mejor forma de prevenirla es a través de buenos hábitos como un estilo de vida activo, ejercicio y una buena composición corporal basada en una buena alimentación.

Prevención de cirugía de artrosis a través del ejercicios

Podremos evitar o retrasar la intervención quirúrgica si realizamos ejercicio en las dosis adecuadas y tenemos unos buenos niveles de fuerza y movilidad. Además, en caso de que llegue el momento de operarse, la recuperación será más rápida y con menos probabilidad de secuelas y complicaciones si tenemos unos buenos niveles de lo ya mencionado.

Signos y síntomas artrosis

  • Dolor profundo mal localizado (no se localiza a punta de dedos, es más una zona amplia) que mejora con movimiento. Predominio matutino. En los estadíos finales, puede aparecer dolor nocturno.

 

  • Rigidez matutina y tras posiciones mantenidas (sentado o de pie)

 

  • Deformación de las articulaciones

 

  • Si la artrosis está muy avanzada, puede haber dolor nocturno

Factores de riesgo para artrosis

  • Más común en mujeres que en hombres (podría ser derivado de diferencias en estilo de vida, en otros países es diferente)

 

  • Obesidad (particularmente en rodilla)

 

  • Edad avanzada

 

  • Niveles bajos de fuerza

 

  • Altas dosis de AINES

 

  • Niveles muy altos de actividad física no dosificada. La actividad física bien dosificada es beneficiosa.

 

  • Deporte de élite

Pautas para la recuperación de artrosis

  • MOVIMIENTO: ejercicio en cualquier formato, que ayude a mejorar los síntomas como caminar por ejemplo. No hay una disciplina mejor que otra. A pesar de que parezca contraproducente, la movilidad y el ejercicio son el mejor tratamiento para la artrosis.

 

  • Entrenamiento de fuerza y movilidad: El entrenamiento en su dosis adecuada va a hacer que las actividades del día a día sean más fáciles sin empeorar los síntomas. Esta dosis dependerá de varios factores por lo que es importante recurrir a un profesional. Además, mantener unos buenos niveles de masa muscular también va a ayudar. 

 

  • Caminar o hacer ejercicio a baja o moderada intensidad: Caminar no es una actividad física que de por sí vaya a ayudar a mantener la fuerza o la movilidad, pero sí que tiene el potencial de mejorar el dolor. 

 

  • Calor superficial en la zona de dolor: El calor puede aliviar el dolor en algunos momentos y mejorar la sensación de rigidez. En períodos más dolorosos, especialmente si hay dolor por la noche, se desaconseja esta pauta. 

 

  • Medicación

¿Qué hacer en un brote de artrosis?

Si tenemos un brote de dolor, será importante reducir la carga de trabajo y no exponernos demasiado al dolor. Durante unos días será buena idea parar las actividades que nos provoquen dolor y reducir las actividades que requieran mucho esfuerzo como cargar con cosas pesadas o caminar o correr durante mucho tiempo. 

 

Además, el uso de posturas de alivio pueden ayudar a reducir el dolor:

 

  • Rodilla: tumbado boca arriba con un cojín o toalla debajo de la rodilla para que esté un poco doblada

 

  • Cadera: Dormir de lado con un cojín entre los muslos

No corremos riesgo de empeorar la patología o romper nada, pero si no reducimos la actividad, esta fase se puede prolongar, lo que reducirá nuestra calidad de vida. Una vez que el dolor vaya mejorando, podremos retomar las actividades normales de nuestro día a día.

Prótesis de rodilla

Pre-operatorio

Es muy importante llegar al preoperatorio con los mayores niveles de fuerza y movilidad posibles y, en el caso de que no sea el caso, será importante comenzar cuanto antes. Deberá llevarse a cabo con una progresión lógica de ejercicio y se buscará el aumento de la masa muscular para que esta se preserve en el periodo de reposo total del post-operatorio.

Post-operatorio

Los ritmos del post-operatorio los marcará el estado de la prótesis y los resultados de las visitas médicas pautadas para revisión.

 

En esta fase, recuperar la movilidad total de la articulación será el principal objetivo. Tanto la flexión como la extensión de la rodilla. Tomaremos como referencia los parámetros obtenidos en el pre-operatorios y los marcaremos como objetivos.

 

En algunos casos, puede quedar un pequeño déficit de flexión o extensión, que pueden afectar a la calidad de la marcha (caminar). También será importante comenzar a realizar ejercicios como la bicicleta para evitar perder masa muscular.

 

En cuanto sea posible, se comenzarán a realizar ejercicios para la mejora de la fuerza en todo el tren inferior, con el objetivo de volver a tener las mismas capacidades que antes de la operación o mejores, para así prevenir síntomas en el futuro.

Referencias

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