El entrenamiento de fuerza no es una opción
El dolor en el hombro es el tercer trastorno musculoesquelético más común, y se estima que su prevalencia se encuentra entre el 7-10% (Luime JJ et al, 2004). La evidencia muestra que la discapacidad causada por el dolor de hombro tiene un impacto significativo en la vida diaria y genera una gran carga social debido al absentismo laboral y al coste en cuanto a recursos de salud.
La afectación del manguito rotador representa una de las principales causas de dolor y disfunción articular; aproximadamente el 4% de los adultos entre 40-60 años tiene un desgarro parcial o completo y el 54% de las personas con más de 60 años lo presenta.
Entre las estrategias de tratamiento de la afectación del manguito rotador están el uso de analgésicos y antiinflamatorios, la rehabilitación, infiltraciones con anestésicos locales, esteroides o hialuronatos de alto peso molecular, desbridamiento del desgarro o reparación abierta o artroscópica.
Y si bien muchos casos de hombro doloroso acaben en cirugía, existe una creciente evidencia de que la intervención quirúrgica no obtiene mejores resultados que un tratamiento conservador. La fisioterapia obtiene resultados clínicos similares a una acromioplastia y a la reparación del manguito rotador y suele evitar el tratamiento quirúrgico (Klintberg et al, 2014).
Entre las estrategias a seguir en fisioterapia para abordar un hombro doloroso, el ejercicio de fuerza es imprescindible para la recuperación. Las terapias basadas en ejercicio físico han demostrado su utilidad para alcanzar la recuperación funcional. De hecho, estudios previos demostraron que un programa de actividad física con carga progresiva es eficaz para la tendinopatía del manguito rotador (Dominguez-Romero et al, 2021).
Se utilizan diferentes tipos de ejercicio físico para tratar esta patología: concéntrico, excéntrico, propioceptivo, etc. Dirigidos a diferentes estructuras de la cintura escapular pero, sin embargo, aun hoy hay profesionales que obvian el ejercicio de fuerza o solo emplean isométricos para la rehabilitación del paciente.
La implementación de este tipo de ejercicios en tu protocolo fisioterápico es esencial para devolver la funcionalidad a la articulación y asegurar su recuperación, evitando recaídas o la posibilidad de que aparezca una inestabilidad.
Trabajo de fuerza en el paciente con dolor de hombro
El empleo de un entrenamiento de fuerza en la patología de hombro ha sido concienzudamente demostrado. La evidencia actual (Lombardi et al (2008); Andersen et al. 2014) o constata que la implementación de un programa de entrenamiento de resistencia progresivo para la musculatura del hombro en pacientes con síndrome de subacromial fue eficaz para reducir el dolor y mejorar la función y la calidad de vida al tiempo que se mejora la funcionalidad de la articulación. Incluso si se trata de ejercicio de alta intensidad (Ezzatvar et al, 2020).
Según Alfrendson et al (2010), durante el entrenamiento de fuerza en excéntrico, se produce una interrupción temporal del flujo sanguíneo que interrumpe la neovascularización del tendón inflamado.
El patrón de carga y descarga repetitiva proporcionado por el ejercicio excéntrico provee un estímulo mecánico constante, que induciría la remodelación del tendón, similar a la carga proporcionada al hueso durante la estimulación mecánica con altas frecuencias.
Podemos concluir señalando que un programa fortalecimiento de los músculos del manguito rotador y la cintura escapular, cuando se cumple con un patrón correcto de movimiento, puede ser efectivo en la disminución del dolor e incrementar la funcionalidad en pacientes con tendinitis e impegement subacromial.
4 ejercicios de fuerza que no pueden faltar en tu protocolo
En TRAK disponemos de una gran biblioteca de ejercicios para que tu protocolo de fisioterapia esté lo más completo posible. Por este motivo os dejamos aquí 4 ejercicios de fuerza desprendidos de nuestra plataforma de telerehabilitación que no pueden faltar en tu protocolo para patología de hombro:
- Retracción escapular con goma: es un ejercicio perfecto para que el paciente gane estabilidad en la articulación.
- Serrato con TB: el serrato es un estabilizador natural de la escápula y, por ese motivo, es esencial trabajarlo tras una lesión.
- Rotación externa con goma: siendo el infraespinoso uno de los músculos a tratar en toda patología de hombro no es de extrañar que se incluya el trabajo de rotación externa en un protocolo para hombro doloroso. Se recomienda emplear excéntricos.
- Remo al cuello con mancuernas: la implicación en este ejercicio del trapecio es innegable debido la sinergia que lo une al deltoides. La ventaja de este ejercicio es que permite controlar una carga moderada.
Nuestra plataforma te permitirá crear protocolos de ejercicio terapéutico para cualquier patología. Porque al final se trata de hacer adaptable el programa a las necesidades del paciente.
La protocolización de tratamientos de fisioterapia digital en casa es posible gracias a aplicaciones como TRAK, cuyo fin último es concienciar al sector de la necesidad de una solución digital para la fisioterapia que permita la diversificación y universalización de un servicio sanitario de la rehabilitación.