¿Mi paciente con ictus puede hacer ejercicio?

El ACV (Accidente Cerebrovascular), comúnmente conocido como ictus o derrame cerebral, es la tercera causa de discapacidad en países desarrollados. Su rehabilitación es, además, una de los más costosos pues abarca problemas de cognición y movilidad, memoria, sensibilidad y dolor y problemas psicológicos derivados del episodio.

La incidencia del ictus ha crecido en los últimos años debido al envejecimiento de la población mundial, la obesidad, la diabetes y el sedentarismo. Aproximadamente el 0’4% de la población occidental ha sufrido un ictus antes de los 45 años, lo cual resulta alarmante a nivel epidemiológico y de costes asociados a sanidad. (Han et al. 2017)

Muchos estudios han avalado la aplicación de programas de prevención de la salud para mitigar la incidencia de esta patología. Estos programas incluyen ejercicio físico y educación de la población en materia de nutrición y estilos de vida saludables.

Ya en 2014, Pollock A et al.  especificaron cuáles eran las principales ramas de investigación en supervivientes de ictus y quedó claro que la aplicación de ejercicio era una de ellas.

La fisioterapia es uno de los pilares del tratamiento de este tipo de pacientes. Su objetivo principal en estos casos es restaurar y mantener las AVD, por lo general a partir de los primeros días, si bien la intervención continúa en fases más avanzadas de a recuperación.

Tratamiento de fisioterapia en el ictus

 

Tratamiento del ictus en fisioterapia

La rehabilitación en los pacientes con ACV se fundamenta en la neuroplasticidad, es decir, en la capacidad del cerebro para modificarse y adaptarse en respuesta a las demandas ambientales. El entrenamiento que se realiza con los pacientes persigue restablecer hasta cierto punto la función cerebral afectada. En dependencia, como siempre, de la situación del paciente: gravedad del caso, momento evolutivo y tiempo transcurrido desde que ocurrió el ictus.

Durante la fase aguda, la movilización precoz del paciente en las unidades especializadas se considera fundamental dentro del proceso de recuperación del paciente. Si bien no hay un consenso claro, la mayoría de los estudios coinciden en que no se debe movilizar al paciente durante las 24 primeras horas tras el episodio isquémico (Veerbek JM et al. 2017),  así como otros indican que es un factor pronóstico positivo movilizar al paciente entre 24 y 48 horas después del episodio. (Garay Sánchez et al. 2015).

Es importante la evaluación fisioterápica del paciente con ictus para también poder correlacionar el impacto de las alteraciones del equilibrio y la marcha en los niveles de actividad y participación del paciente.

El ejercicio terapéutico será integrado dentro del plan de intervención de fisioterapia del paciente con secuelas de ictus en su fase subaguda, dado que el 75% de los pacientes que han sufrido un ACV presentarán alteraciones cardíacas (Stoller O. et al. 2012). Se sabe que este tipo de tratamiento obtiene mejoras en su capacidad aeróbica, reduce los procesos inflamatorios y la expresión de marcadores apoptóticos, promueve la angiogénesis en el cerebro y la expresión de algunos factores de crecimiento.

 

Ejercicio terapéutico en ictus

 

Ejemplo de 5 ejercicios para pacientes post-ictus

En TRAK somos unos defensores convencidos de la aplicación médica de ejercicio terapéutico en rehabilitación. Por eso, una vez hemos hablado de las generalidades del ictus y de su tratamiento en fisioterapia no está de más que os propongamos algunos ejemplos de ejercicios para que los podáis implementar en vuestro protocolo para este tipo de pacientes:

  • Extensiones de rodilla en silla: es un buen ejercicio para una fase temprana. Fácil de asistir y con la ayuda del que el paciente se mantiene en sedestación.
    • Posición Inicial: paciente, sentado en una silla en reposo. Realiza una extensión de rodilla.

5 ejercicios para ictus

  • Flexiones de cadera en silla: también para fase temprana. El paciente puede autoasistirse con las manos y trabajar la coordinación si introducimos fases, órdenes y alternancias.
    • Posición inicial: paciente, sentado en una silla en reposo. Levanta la pierna con la rodilla flexionada.

5 ejercicios para ictus

  • Flexión Isométrica de hombro en pared: solo necesitamos una pelota como material y es sencillo.
    • Posición inicial: De pie, frente a la pared. El paciente realiza una flexión de hombro contra la pared y la resiste durante 10 segundos.

5 ejercicios para ictus

 

  • Apoyo con una pierna: para una fase avanzada. Se recomienda que al principio el paciente se sitúe cerca de un apoyo.
    • Posición inicial: paciente de pie, flexiona una rodilla y se mantiene durante 10 segundos.

5 ejercicios para ictus

 

  • Deambulación con o sin acompañante: es una de las mejores formas de trabajar la coordinación y la resistencia.

 

Analizando la situación o estadio en el que se encuentra nuestro paciente podemos añadir dificultad o carga al ejercicio, de forma que se adapte lo máximo posible a las necesidades de cada uno de ellos y personalizando el tratamiento.

 

TRAK: la herramienta de rehabilitación digital a distancia

La protocolización de un programa de ejercicio para este tipo de pacientes es de vital importancia, como ya hemos visto.

TRAK digitaliza la rehabilitación para garantizar la personalización y la adecuación de cada ejercicio a cada caso. Nuestra plataforma permite monitorizar al paciente durante su sesión de ejercicio, guiándolo durante su protocolo y corrigiéndolo en tiempo real sin necesidad de weareables ni de tecnología externa.

Solo necesitamos la cámara de nuestro dispositivo móvil o de nuestro portátil y TRAK comenzará a la sesión. Además, durante la misma., recogerá información de valor sobre el paciente y la sesión que está realizando  y esta se la enviará al profesional sanitario para que la estudie y valore.

Nuestra principal labor es llevar la fisioterapia a cada persona que la necesite .

 

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